jueves, 5 de abril de 2018

Estás bien?

Lo que siempre quiero decir cuando me preguntan que si estoy bien es " he estado mejor", pero mejor sonrio y miento. Nunca me enseñaron a ponerme a mí en primer lugar, siempre fueron los demás, y lo prefiero, porque yo soy un desastre. Es mucho más fácil ayudar a los demás, no tener que tomar yo las decisiones. Mi ruina, mi cáncer. Si tan solo tuviera un poco más de voluntad, cuan lejos podría llegar, miradme volar. Ojalá!

Pero estoy hundida hasta las rodillas, he sacado medio cuerpo pero no consigo despegar, siento que me estoy hundiendo un poco más en vez de progresar. Y puede que tú no me veas mal, que me veas reír con mis amigos, e incluso bailar. Pero tú no me conociste en aquel entonces. Ahora soy una triste sombra de lo que llegué a ser.

¿Creéis que levantaré cabeza? No hay nada que más deseé que perseguir mis sueños, pero nací cobarde y me da miedo dar el paso. No me decido, me escondo en vez de actuar, yo sé que cuando de el paso todo volará. Pero me aferro a lo fácil, a lo cómodo... Siempre quise ser valiente, tipa dura, ingobernable. No os creáis mis fachadas, soy un tigre con corazón débil.

Ella

Siempre estaba sola. Se sentaba en el mismo lugar, lejos del resto pero cerca a la vez. Nunca sonreía y tenía siempre la mirada distante, lejana. Su pelo caía sobre sus ojos grises, que no veían aunque mirasen, mientras escuchaba música. A veces, leía, y otras, contemplaba a la gente. Siempre la rodeaba ese halo de tristeza, de pérdida. Cómo si nada la motivase, como una vida en un día gris.
Pensé que ella era así, melancólica, un alma sensible y cerrada.

Hasta que un día, alguien la saludó. Y su mirada se levantó del libro, clara por primera vez, y contenían luz, tan pura y blanca, que parecía otra persona. Toda ella irradiaba calidez. Incluso rió, y ese sonido fue como mágico. Y tan abruptamente como había empezado, la luz desapareció, y ella se apagó, como si ese momento jamás hubiese existido.

Y nunca me pareció ver a alguien tan triste como ella, tan sola. Aunque no estaba sola. Ella tenía amigos. Pero se sentía sola. Estaba rota, y no encontraba el camino para remendar su alma hecha jirones, y encender su luz de nuevo.

Y jamás vi a nadie irradiar semejante sensación. En un segundo, su presencia iluminó el lugar, y, por un segundo, brilló, antes de consumirse nuevamente.

lunes, 2 de abril de 2018

Eco

Me explicas por qué sin motivo alguno, me invade la tristeza? Por qué siento que soy una mierda, no me siento capaz de nada y tengo ganas de llorar?
Se me hace cuesta arriba ir a la universidad, ir a entrenar, joder, no me creo que después de todo lo ganado parezca que mi mente vuelve a hundirse en las tinieblas.
Quiero salir, quiero sonreír, quiero brillar como solía. Quiero convertirme en mi propio amor, en mi yo soñado, quiero ser quién soy, y no un eco del pasado.
Volver a vivir el día, estar orgullosa de lo que hago, trabajar duro por aquello que me hará llegar bien alto.
Ser consciente de que merezco la pena, que puedo conseguir todo lo que yo quiera. Solo tengo que proponérmelo y echarle ganas y valor.
Lágrimas y sudor, porque el camino que yo elijo no es fácil, pero ese es el que quiero, y me da miedo, por eso cuesta tanto empezarlo, una vez en el camino lo perderé, y avanzaré sin dudas, sin temores, confiada, motivada, a superar toda barrera, a no dejar que la arenilla frene mis pasos y me eche atrás.
A seguir hacía delante, hacia un futuro que yo misma me he labrado, hacía mi mejor yo, hacía donde yo quiera.